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MONSTRUOS
14/07/2012
Publicada: 14/07/2012
sábado, 14 de julio de 2012
Treinta y seis años después la justicia argentina ha dictado sentencia sobre unos de los crímenes más terribles cometidos por la Junta Militar que instauro la dictadura después de llevar a cabo el golpe de estado mas sangriento de la historia de Argentina (1976 -1983). Hasta ahora habían condenado a unas 25 personas por apropiación de menores. Pero eran condenas de casos concretos en que los acusados respondían por sus propios delitos. Sin embargo el último fallo del Tribunal Oral Federal 6 porteño dio por probado que en la última dictadura hubo
“una practica sistemática y generalizada de sustracción, retención y ocultamiento de menores, haciendo incierta, alterando o suprimiendo su identidad, en ocasión de secuestro, cautiverio, desaparición o muerte de sus madres en el marco de un plan general de aniquilación que se desplegó sobre la población civil con el argumento de combatir la subversión”.
Por eso el día 5 de julio entre los acusados con mayor condena se encontraban los dictadores Jorge Rafael Videla y su sucesor Reynaldo Bignone. Las duras penas también alcanzaron a los ex marinos Antonio Vañek (40 años) y Jorge Tigre Acosta (30 años) y al ex director de Institutos Militares Santiago Riveros (20 años). El resto de los condenados eran también ex militares o familiares de estos. Desde que se inicio el juicio a instancia de la presión y denuncia de la Abuelas de la Plaza de Mayo, quienes con una fuerza y perseverancia casi sobrehumana son las impulsaras social y legal de estos juicios que se iniciaron en 1996, han muerto varios de los acusados mas importantes, como el dictador Eduardo Messara, desde entonces 105 nietos han recuperado su identidad biológica gracias, a las Abuelas.
En su alegato de defensa el ex general Videla dijo: “las presas eran terroristas y que usaban sus bebes como escudos humanos” con su cara de asesino y sin el menor atisbo de remordimiento. Estas palabras tan atroces como sus propios crímenes sin duda merecen los 50 años de cárcel con los que el tribunal Federal porteño le ha condenado. Lastima que ha estos monstruos ya no le quede vida suficiente para cumplir íntegramente la condena.
Sirva como ejemplo de estos crímenes de lesa humanidad la historia de Francisco Madariaga, un porteño que acaba de cumplir 35 años. Su madre, Silvia Mónica Quintela, medico cirujana de profesión, fue secuestrada el día 17 de Enero de 1977, cuando ella tenía 28 años y estaba embarazada de cuatro meses. El 5 de Julio de ese año nació Francisco en un hospital militar de Buenos Aires. Pocas horas después del parto el bebé era trasladado a la casa de un militar y su madre Silvia, desaparecida para siempre, posiblemente arrojada desde los aviones de la muerte al mar.
Relata Madariaga. “Desde los 20 años yo venia teniendo dudas sobre mi identidad, por la violencia que mi padre siempre había ejercido sobre mí. Hace dos años y medio le pedí trabajo. El tenía una empresa de seguridad y me asigno el puesto más peligroso. Un día mataron al compañero que venía conmigo y pensé que él había mandado matarme a mí. Entonces fui a casa y golpeando la mesa, le pregunte a ella si yo era su hijo biológico. Ella dio un paso atrás y por toda respuesta dijo “no” con la cabeza. Y ese fue el momento mas feliz de mi vida”. Desde entonces con 32 años Francisco Madariaga Quintela no mantiene ningún contacto con sus apropiadores, como a él le gusta denominarlos.
Como esta hay 500 historias probadas, al igual que 500 madres biológicas fueron mantenidas con vida para que dieran a luz y después asesinarlas. A la vez que dotaban como botín de guerra a sus hijos a familias militares y allegados a los que la naturaleza les había negado el don de tener hijos…
Sólo una cosa no hay. Es el olvido.
J.L. Borges
Twitter @PepeCesto