Actualidad

Noticia de prensa

Volver a actualidad | Ver todas las noticias | Ver todas las actividades

Carta abierta al Director General Memoria Democrática de Andalucia

Ronda (Málaga) - 12/07/2014
Publicada: 14/07/2014

Carta abierta de la asociación de memoria histórica de Ronda al Director General de la memoria Democratica

Ronda 10 de Julio del 2014

Carta abierta a:
D. Luis Gabriel Naranjo Cordobés
Director General Memoria Democrática
Plaza Nueva 4
41071 Sevilla

Sr. Director y estimado amigo:

Ya casi repuesto del disgusto y el malestar recibido, aunque con la mente aún confusa y el corazón aún dolorido, me pongo a escribirte esta carta para que tengas conocimiento directo de lo acaecido en la fosa común del cementerio de Cañete y sus secuelas.

El Sábado pasado día 5 de Julio recibo una llamada sobre mediodía en la que me comunican que hay familiares de víctimas del franquismo que están muy enfadados con la Asociación de la Memoria Histórica de Ronda porque hemos dejado los esqueletos de la fosa sin protección ni vigilancia ninguna, al sol, al aire, al agua y a que cualquiera pueda pisarlos, manipularlos o llevárselos.

Me quedo muy sorprendido y le digo a la persona que me ha llamado que nosotros no llevamos esa exhumación, pero que me extraña mucho que después de la mala experiencia del cementerio de San Rafael en Málaga, la situación vuelva a repetirse con la gravedad que me están diciendo.

Para confirmar la denuncia me mandan una fotografía que me deja perplejo porque parece increible que la historia de la dejadez, la desidia y la falta de respeto por nuestros mártires republicanos vuelva a repetirse.

Esa fotografía muestra como calaveras y huesos están totalmente al descubierto sin protección y al alcance de cualquiera, insistiendo en que es aún peor de lo que la imagen enviada muestra. Por ello me citan para que vaya el Domingo, vea la situación y que se ponga un remedio a tanto desmán.

El Domingo por la mañana voy intranquilo pero pensando que no puede ser tan grave. Llego pronto al cementerio de Cañete, antes de la hora convenida. La cancela de entrada abierta, gente que entra y sale, que arreglan nichos, no hay guarda.

Me voy hacia donde tenía referencias de la existencia de una fosa, junto a la capilla, y la visión es trágica: calaveras, tibias, fémures, completamente al aire, al sol, al agua, sin protección ninguna. La fosa abierta de unos diez metros por 2 ó 3 metros es como una piscina sin salida de agua que en caso de una tormenta produciría mucho daño, además del que ya se ve, de huesos rotos y machacados, por el evidente paso de alguna gente que por morbo o mala intención han debido pasar. También hay algunas flores que han dejado familiares o personas del pueblo que sienten un gran dolor por el sufrimiento de nuestros antepasados, detenidos, torturados, martirizados, fusilados-asesinados, hechos desaparecer y ahora 78 años después de nuevo maltratados, como si fueran nada, como si nunca hubieran sido nada.

A pesar de mis experiencias y vivencias familiares, hoy no venía preparado para ver tanto dolor. Me he encontrado con el desprecio a la vida del pueblo y el terror de Septiembre del 1936 y la falta de sensibilidad y la desidia del 2014. Hago fotos y vídeo con el móvil. Llegan la gente con la que había quedado. Una persona no quiere ni entrar, pero me dice que es imperdonable que a los que tanto sufrieron ahora a sus restos se les trate tan malamente, cuando eran los mejores, que deberían estar en los altares.

Conmocionado veo, escucho y registro. Quedo en volver por la tarde para entrevistarme con otras personas que también están apenadas y disgustadas. Pero tienen miedo. Quieren que se sepa y denuncie lo que ha pasado pero tienen miedo. Es comprensible. Es una situación que he vivido en mi familia y que me encuentro muy a menudo: los hijos y nietos de las víctimas han heredado el miedo y el terror infundidos por el fascismo y la desconfianza a cualquier forma de autoridad.

Ya de vuelta en Ronda, de noche no puedo conciliar el sueño. Pienso que por la mañana, el Lunes, volveré de nuevo a la fosa del cementerio de Cañete y hablaré con quien creo que lleva las exhumaciones el arqueólogo Andrés Fernández y también con la alcaldesa.

Cuando llego hay tres personas trabajando en la fosa. Una de ellas me saluda antes de que yo la reconozca. Es Juan Fuentes el presidente de la Asociación Memoria Histórica de Antequera. Amistoso me pregunta que qué hago por allí y le espeto directamente que venía a hablar con Andrés Fernández para decirle el desastre que ayer Domingo había visto, que me parecía muy mal como lo habían dejado todo y que había venido por la llamada de familiares vecinos de Cañete.

Juan Fuentes se alteró mucho y tanto él como uno de los otros dos me dirigieron palabras altisonantes y ofensivas. Como excusa Juan Fuentes decía que el Viernes cuando terminaron dejaron todo cubierto con una tela de fibra verde pero que alguien la habría quitado. Le hice referencia al contraste con las exigencias en Ronda, cuando el verano pasado hicimos las catas. Tú mismo, Luis, querías todo cubierto, que nadie lo viera y evitaste que dos agencias internacionales hicieran fotos, y sin embargo aquí estaba todo al aire y gente tocando, pisando y haciendo fotos.

Seguidamente me fui al Ayuntamiento. Me recibió Lorenzo García, el teniente alcalde, porque Pepi Jurado estaba fuera con el problema de los fuegos en los montes. Después de ponerle al corriente y decirle que la fosa debería estar protegida, me dijo que ellos habían hecho lo que el equipo responsable de la exhumación le habían pedido. Insistí en la necesidad de la protección y la importancia que estos trabajos de recuperación de nuestros mártires socialistas, comunistas, republicanos tienen para la dignidad de ellos y de nosotros mismos.

En ese momento recibo una llamada de Andrés Fernández el arqueólogo, que de otra manera más educada me repite los reproches de Juan Fuentes y me sorprende con la excusa de que si los restos estaban descubiertos era porque habían querido dejarlos a la vista por si venían familiares de Sevilla a verlos.

Aún sigo sin comprender, o mejor dicho sin aceptar, que la identificación de los fusilados en San Rafael sigan sin hacerse, ni los de Teba, ni los de otros lugares, y se siga exhumando los cuerpos de nuestros familiares y paisanos víctimas del fascismo para amontonarlos anonimamente en cajas de cartón en locales o sótanos de cuatro paredes inundables con tejado de chapa en forma de pirámide.

A todo esto añadir que mi estado físico y anímico ha sido el mismo de cualquier otro familiar de fusilado-desaparecido y arrojado en cualquier fosa de España. Mi estómago y mi corazón en la cuneta. Y para más inri recibo el siguiente whatsapp de Juan Fuentes: “Eso no te impidió ponerte en contacto con la prensa para desprestigiar el trabajo que estamos realizando. Como te dije ayer te estás equivocando ya que con ello solo consigues que todo el colectivo memorialista quede mal... pero no dudes que estamos hablando con toda la gente a la que has querido manipular y cuando sepamos la verdad hablaremos en ...”

O sea, querido amigo Luis Naranjo, que aparte la inexactitud sobre la prensa, que ya había estado allí antes que yo, según Juan Fuentes quienes desprestigian la memoria histórica son los que quieren arreglar lo que está mal hecho, no los que lo han hecho mal y además procuran llevarse en su bolsillo el máximo posible de la subvención que tú le has dado. Eso es fascismo. Aquí y en la fotos y vídeo que hice queda constancia de que no hay manipulación alguna, sino una exposición de hechos tan evidente que no necesita más explicaciones.

A no ser que por ley se pretenda eliminar el control que la sociedad, a través de familiares y asociaciones, tiene el derecho y la obligación a ejercer sobre la recuperación de la verdad, la justicia y la reparación que demandan nuestos mejores hombres y mujeres asesinados por el franquismo.

En la espera de que las deficiencias que te expongo sean resueltas, y que como ya dijiste sobre San Rafael, ese desastre no se repita, te saludo atentamente,

Francisco Pimentel
Presidente
Asociación Memoria Histórica de Ronda