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16/11/2013
Publicada: 17/11/2013
Las primeras indagaciones evidencian que las dos fueron torturadas antes de ser asesinadas. Tenían 22 y 26 años.
A Antonia Márquez Oballa se la llevaron los falangistas en la noche del 24 de septiembre de 1936. La sacaron de su casa, en el municipio de Montefrío (Granada), en presencia de sus familiares. Tenía 22 años y un novio que pertenecía al bando republicano. Fue condenada por ello sin juicio previo, torturada y asesinada un día después junto a otros paseados en la localidad cercana de Tocón de Íllora (Granada). Su cuerpo fue arrojado en una cuneta y enterrado posteriormente extramuros del cementerio. A su padre, no le permitieron que le diera sepultura en el camposanto. Un equipo de arqueólogos ha localizado sus restos 77 años después del crimen en un enterramiento situado en la pedanía de Tocón a instancias del Ayuntamiento de Íllora, uno de los primeros municipios que pidió a la Dirección General de Memoria Democrática que se exhumaran las fosas sin haberlo reclamado familiares de las víctimas.
Los restos óseos encontrados evidencian que Antonia Márquez Oballa fue torturada antes del crimen. Los testimonios de su sobrino nieto, Pedro el Carrero, un octogenario que vive en la localidad de Tocón, y de otros familiares han permitido reconstruir la historia de su asesinato. Junto a ella, en la misma fosa común, se han encontrado los restos de otra joven, también de Montefrío, detenida y asesinada en la misma fecha que Antonia Márquez. Según las primeras investigaciones, la otra víctima, de 26 años, era Antonia Cervera Rodríguez. Fue enterrada en la fosa con un alambre en el cuello, prueba de que también fue torturada antes de ser asesinada.
A falta de que se realicen las pruebas de ADN a sus familiares para identificar la identidad de las víctimas, las primeras indagaciones dan por hecho que se trata de los restos de las dos jóvenes. “Esa misma noche mataron a cinco personas, todas de Montefrío”, señala Francisco Izquierdo, jefe de Gabinete de la Alcaldía de Íllora. Todos fueron detenidos y paseados en la localidad cercana de Tocón.
Los trabajos de exhumación de los restos se iniciaron hace unos meses, cuando los arqueólogos de la Dirección General de Memoria Democrática buscaban otra fosa común en la que se suponía que podía haber unos 70 enterramientos. El Ayuntamiento de Íllora solicitó a principios de año una subvención para realizar los trabajos y abrir las fosas que el mapa de Andalucía sitúa en el municipio. Los investigadores localizan cuatro fosas en Tocón: la que acaba de ser abierta, otra, dentro del cementerio y dos en la carretera que va de Tocón a Íllora.
Fuentes consultadas han asegurado a andalucesdiario.es que la Dirección General de Memoria Democrática pedirá al juzgado que investigue los crímenes, como lo ha hecho en anteriores ocasiones tras la aparición de restos en la fosa común de Víznar y de Órgiva.
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